sábado, 8 de marzo de 2008

LENGUAJE DEL PODER PERSONAL FROM PAGE 3

Nada es demasiado: El séptimo diccionario Webster lista las siguientes definiciones para las palabras "muy" y "demasiado": a) excesivo, b) a tal grado que no es adecuado, c) mucho. En el primer diccionario de Chick Moorman sobre el lenguaje auto-responsable (aún no publicado), "muy" y "demasiado" son definidas así: a) limitante, b) preventivo, c) usadas como defensa o racionalización para no hacerme responsable de lo que soy o de lo que hago. "No puedo hacer eso, soy demasiado viejo" ; "Soy demasiado joven no tengo suficiente experiencia" ; "Estoy demasiado enojado para hacerlo ahora" ; "Eso es demasiado bueno para ser verdad" Las palabras "muy" y "demasiado" son usadas frecuentemente en nuestra sociedad. Las variaciones abundan: "Soy demasiado flojo" ; "Estoy demasiado triste" ; "Hace demasiado frío" ; "Estoy demasiado cansado" ; "Tengo demasiado calor" ; "Estoy muy excitado" ; "Soy demasiado accesible" ; "Está demasiado lejos" ; "Soy demasiado agradable" ; "Estoy muiy gordo" ; "Eso es demasiado" ; "Soy muy lento" ; "Estoy muy asustado" ; "Es demasiado caro" ; "Estoy muy frustrado" ; "Estoy muy enfermo" ; "Toma demasiado tiempo" Estas palabras son preventivas. La gente las usa para evitar actuar o seguir con sus propósitos, (El césped está demasiado mojado para cortarlo). Las usan para evitar verse como personas capaces (soy muy viejo para eso). Las usan para no hacerse responsables de sus actos (estaba demasiado enojado como para ser amable con ella). Algunas personas las usan para evitar tomar riestos (ella es demasiado hermosa como para invitarla a salir). Y otros las usan para prevenir el fracaso (eso es demasiado difícil)./ "Muy" y "demasiado" son también excusas. Son usadas para defenderse de lo que se hace o lo que no se hizo (hacia demasiado calor para poder jugar bien.) Son usadas para racionalizar los resultados, (estaba muy nervioso al inicio del partido.) Y son usadas para disculparse, (él estaba muy enojado conmigo así que no se lo dije)./ Son usadas en una gran variedad de situaciones y la mayoría de las veces como límites. Por lo general no son verdad. La temperatura puede estar en 30° y aún así no está demasiado caliente para cortar el césped. Podrías cortar el césped a 40° si tú lo quisieras./ No eres demasiado viejo para empezar a hacer ejercicio. Claro que es conveniente consultar primero a un médico y empezar con calma después de cierta edad. Algunas personas empiezan a ejercitarse a los 80 así que, no eres demasiado viejo para empezar./ En realidad no estás demasiado cansado para limpiar la cochera. Si alguien te invitara a jugar tenis estarías listo para salir en cinco minutos. Jugarías bien, lo que demuestra tu energía y entusiasmo. Limpiar la cochera no tiene nada que ver con estar "demasiado" cansado./ "Muy" y "demasiado" son palabras que puedes usar para convencerte de tus limitaciones. Las palabras, usadas repetidamente, ayudan a estructurar tus creencias. Una vez que las creencias "soy demasiado viejo" o "estoy muy gordo" son grabadas en tu bio-computadora, ellas determinan tus acciones. Cuando actúas como viejo o gordo, te vuelves viejo y gordo./ Es posible que estés frustrado, sin embargo, no tienes que estar demasiado frustrado a menos que tú lo decidas. Tal vez no hayas tenido mucha iniciativa en el pasado, sin embargo, ¿Qué beneficios puedes obtenenr al decirte que eres muy flojo? Y, ¿Por qué querrías pensar que es demasiado bueno para ser verdad? ¿Acaso no te lo mereces? Nada es demasiado bueno para ser verdad, de hecho, nada es demasiado nada./ El lenguaje de la posibilidad no incluye las palabras "demasiado" ni "muy". Es demasiado limitante (lo siento, elegí no resistirme a usarla). Para quitarlas de tu lenguaje, es importante que notes las veces en que las usas. Cuando te des cuenta de que las has usado, un antídoto efectivo es repetir la frase eliminándolas y después aumentar una frase que describa tu elección./ "Estoy demasiado cansado para limiar la cochera" se convierte en "Estoy cansado y elijo (o elijo no) limpiar la cochera." / "Es demasiado atractiva para que la invite a salir" cambia por "Ella es atractiva y elijo (o elijo no) invitarla a salir." / "Toma demasiado tiempo manejar a Florida" puede ser cambiada por: "Toma dos días manejar a Florida y yo elijo ( o elijo no) viajar allá." / El eliminar las palabras "muy" y "demasiado" de tu lenguaje, tu conciencia aumentará las posibilidades que existen. Algunas veces aprovecharás alguna de esas posibilidades. Otras veces no lo harás. De cualquier manera no esconderás las decisiones que tomas al darle la responsabilidad a que algo es "demasiado". Te darás la libertad de elegir, incrementarás tu poder personal y utilizarás el lenguaje de la posibilidad./ Callejones sin salida: Hay un estilo de lenguaje que cierra la puerta a la posibilidad tan rápida y tan permantentemente en tu vida, que merece un nombre especial. Usar las palabras de esta categoría te deja sin salida. Yo las llamo "callejones sin salida". Algunos ejemplos son: "Asi soy yo" , "Así es mi estado de ánimo" , "Lo que pasa es que soy capricornio" , "Sólo funciono bien en las mañanas" , "Así es la vida" , "Ese es mi destino" , "Soy como mi papá"./ Cada uno de estos callejones sin salida es una variación de "No hay nada que yo pueda hacer." Cada uno de ellos te encadena en una situación de la que no puedes escapar. Cada una es programación que disminuye tu poder personal./ Los callejones sin salida limitan tu habilidad de respuesta. Una vez que has dicho "Así soy yo", has disminuido la posibilidad de tener otras reacciones. Al usar esas palabras, te convences de que hay razones lógicas por las cuales continúas con las mismas reacciones limitadas. Y, como tu mente racional continúa mandando mensajes que apoyan tu programación, te mantienes atrapado en una creencia que no es cierta./ Tengo un amigo que constantemente discute con su esposa, su jefe y sus vecinos. Le pregunté porque discutía tan frecuentemente y me contestó: "me enojo con facilidad, así soy yo." Su creencia de que se enoja con facilidad está bien desarrollada. Él ha estado programando su mente con esa ilusión por muchos años. Naturalmente, su comportamiento es coherente con esa falsa creencia./ Debido a que mi amigo cree que se enoja con facilidad y que cree que esa es su forma de ser, ha limitado su habilidad de responder. Continúa respondiendo de la misma manera a situaciones similares una y otra vez. Se enoja y termina peleando y discutiendo. La elección de palabras de mi amigo ayuda a perpetuar la imagen de sí mismo como una persona sin opciones. Y, como sus creencias están firmemente arraigadas, no tiene la habilidad de tener otras reacciones más eficientes./ En lenguaje de computación la habilidad de respuesta se conoce como variedad de requisitos. Significa que si un lado de un juego de computadora esta programada con dos posibles respuestas y el otro lado tiene seis posibles respuestas, el lado con más respuestas dominará. el programa de computadora con la habilidad para dar más respuestas ganará con el tiempo. Puede que tome un rato, pero el lado con más opciones disponibles prevalecerá al final. Tiene más poder y gana más veces porque tiene una mayor habilidad de respuesta./ La variedad de requisitos funciona de igual manera con los humanos. Mi amigo, el malhumorado, es como el programa de computadora con una variedad de requisitos limitada. Tiene una pequeña selección de respuestas de las cuales elegir. Debido a que constantemente elige un lenguaje que incrementa la creencia de que se enoja con facilidad, elimina varias respuestas relacionadas por controlar su temperamento. Es por eso que frecuentemente termina como un perdedor enojado y frustrado./ Si, con la elección de tus palabras, continúas reforzando la creencia de que sólo funcionas bien en las mañanas, te predispones a tener menos opciones en las tardes. Si continúas diciendo que eres como tu papá, te encierras en una variedad limitada de comportamientos que imitan las respuestas de su vida. Si inistes en usar una programación que refuerce tu creencia de los celos, el miedo o la frustración, son estados de ánimo normales. te impides elegir emociones más placenteras en ciertas situaciones./ Los callejones sin salida limitan tu habilidad de respuesta. Eliminan una gran variedad de comportamientos al situarlos fuera de tu sistema de creencias. Limitan la perspectiva y la elección necesaria para que experimentes el poder inherente en una existencia con múltiples opciones./ Variaciones: "No sirvo para la mecánica", "No soy creativo", "Soy muy emocional", "Soy un pueblerino", "No tengo talento para la música", "No soy religioso", "Soy muy sensible", "No soy atlético", "No se me dan las matemáticas" Ten cuidado con lo que te dices a ti mismo. Cada una de las oraciones de arriba son una variación de: "así soy yo". Cada una de ellas programa tu mente. Todas limitan tu habilidad para responder. Todas ellas refuerzan la ilusión de que "así eres tú"./ Callejones sin salida personales: ¿Cuales son las frases "callejón sin salida" que usas? ¿Qué limites estás creando en tu mente al decir: "así soy yo"? Haz una lista de esas frases./ Cambio: Cambiar los callejones sin salida al lenguaje de la posibilidad, empieza por el acto de darte cuenta. Si no te das cuenta cuando los usas, no hay nada que puedas hacer para cambiarlos./ Si no te oyes a ti mismo diciendo: "así es la vida," no tendrás la posibilidad de cambiar esa creencia. Si la frase "me enojo fácilmente" no es reconocida como un callejón sin salida, te seguirás limitando con ella. De la misma manera, si la frase "así eran mis padres" pasa desapercibida, no puedes alterar su efecto en tu bio-computadora./ Escucha las frases "callejones sin salida" en la televisión y en las películas. Pon atención a la forma en la que tus amigos eligen las palabras que usan. Empieza a detectar estas frases en otros e incrementarás tu habilidad para detectarlas en ti mismo./ El propósito de estar consciente de tu lenguaje es ayudarte a ver y oír las opciones de tu vida. Más opciones dan como resultado más poder personal. Si ves más alternativas en una situación, tienes más poder, que si ves pocas./ Cuando te haces consciente de tus propios callejones sin salida, tienes la posibilidad de hacer algo al respecto. Examínalos de forma estricta y sin hacer concesiones. ¿Es esa realmente tu form a de ser o es la forma en la que te comportaste las últimas tres veces? Está bien, eres capricornio, sin embargo, ¿Te tienes que comportar siempre como capricornio? ¿Realmente quieres creer que así es la vida? / Aprendí de mi amigo Tim Timmermann, una frase que sirve para contrarrestar el efecto de los callejones sin salida: "no tiene poque ser así". Yo uso esa frase para negar los callejones sin salida justo cuando me escucho utilizando uno. Es una herramienta que me ayuda a incrementar mis sentimientos de poder al mantenerme consciente de las opciones que tengo./ Cuando me escucho diciendo: "No hay nada que yo pueda hacer" o "así soy yo," me contesto diciendo: "no tiene porqué ser así". Esa frase me recuerda que hay otras opciones disponibles para mi. Al usar la frase "no tiene porqué ser así," incremento la posibilidad de buscar otras alternativas. Me ayuda a ser más responsable./ Usa la frase "no tiene porqué ser así" en tu vida, ve si sirve para ti./ Si en este momento te estás diciendo: "esas cosas no me sirven" recuerda que "no tiene porqué ser así"./ Yo soy: Las oraciones que empiezan con "yo soy," "yo estoy", son poderosas programaciones que pueden grabar creencias erróneas en tu conciencia. Estas oraciones hacen que te identifiques con lo que expresan. "Estoy enfermo", "Estoy exhausto", "Yo soy nervioso". Si dices: "estoy enfermo" te identificas con la enfermedad. Estas mandando una programación a tu biocomputadora que se enfoca en la enfermedad. Y, como te conviertes en las condiciones y características con las que te identificas, invitas a la enfermedad a entrar en tu vida./ Concéntrate en la enfermedad y te sentirás más enfermo. Concéntrate en la salud y te sentirás más saludable./ Si estás enfermo, no hables de ello. Deja de ponerle atención, simplemente rehúsate a identificarte con la enfermedad. En su lugar, piensa, habla e imagina la salud./ Habla de las partes en las que te sientas bien, verbaliza lo que puedes hacer. Permite que tus palabras demuestren mejoría. Concéntrate en estar bien. Identifícate con la salud y atraerás esa condición a tu vida./ Algunas personas usan el lenguaje para identificarse con la vejez. "Ya estoy muy viejo", "No soy lo que solía ser", "Debe ser por la edad", "A mis años, ya no es lo mismo". Mientras más uses palabras que le den importancia a tu edad, más poder le darás en tu vida. Mientras más hables de lo viejo que te estás haciendo, más te programas para actuar y sentirte viejo./ Deja de hablar de envejecer y permite que tus palabras reflejen juventud. Habla de la energía que sientes, de tu espíritu joven y de la vitalidad de tu existencia. Usa un lenguaje que te ayude a activar tu cuerpo y tu mente con energía joven./ Habla de la juventud, piensa en ella e imagínala en tu mente. Programa tu bio-computadora con mensajes de juventud y observa cómo tu cuerpo y tu espíritu rejuvenecen./ Las frases "yo soy" o "yo estoy" son la clave; lo que les sigue es programación importante. Cuando dices: "estoy cansado" te programas para estar más cansado. Si tus palabras son: "yo estoy lleno de energía" usas una programación que te ayuda a sentirte vigoroso./ Programándose para la ansiedad: Una experiencia que tuve hace tiempo, me ayudará a explicar cómo es que usaba las palabras para identificarme con una condición y cómo esa condición se reforzaba con mi lenguaje. Había sido invitado a un programa de televisión para promover uno de mis libros. Nunca había estado en la televisión y no sabía qué esperar. ¿Cómo será el conductor: cordial o controversial? ¿Estará de acuerdo con nosotros o en nuestra contra? ¿Qué clase de preguntas hará? No tenía la menor idea. Mientras la fecha del programa se acercaba, sentía un hueco en el estómago. Podía notar que estaba creando ansiedad. En un esfuerzo por tranquilizarme, pregunté a varios amigos que ya habían estado en la televisión, cómo se sentían al respecto. En cada uno de los casos utilicé frases, "yo soy" y "yo estoy". Les dije: "estoy asustado", "estoy nervioso" o "estoy ansioso". Después de mis conversaciones me sentía más nervioso, ansioso y asustado./ Un día antes del programa me di cuenta de lo que estaba haciendo, puse atención a mi lenguaje y me escuché identificándome con el miedo. Con razón me estaba sintiendo cada día más nervioso. Estaba reforzando la condición al hablar de ella con cualquiera que estuviera dispuesto a escuchar./ Decidí cambiar mis palabras, en lugar de describir y etiquetar lo que sentía como nerviosismo, decidí llamarlo exitación y expectación. Reemplacé "estoy nervioso" con "estoy excitado," cambié "estoy lleno de ansiedad" por "estoy lleno de expectación"./ Usé esas palabras con varios conocidos míos ese día. De inmediato empecé a sentir cambios en mi cuerpo. Dejé de estar tenso, los músculos de mi estómago se relajaron y empecé a respirar más profundamente./ Me empecé a identificar con la excitación y no con el miedo; con mis expectativas y no con la ansiedad. Empecé a desear estar en el programa./ Simplemente al cambiar mis palabras, cambié mi experiencia interior del miedo a la exictación. Por medio del uso del lenguaje creé una nueva percepción que dio como resultado un nueva realidad para mí. Terminé disfrutando mucho del programa y de todo el proceso. Escucha tus palabras, pon atención con lo que te identificas. ¿Te identificas con la salud, la energía y la abundacia o tus palabras reflejan enfermedad, cansancio y escasez? / El lenguaje de la unidad: Nuestro lenguaje está lleno de palabras y frases que dividen, separan y categorizan. Elegir estas palabras limita la visión y la posibilidad. Yo llamo a esa forma de hablar "el lenguaje de la dicotomía" porque trabaja en oposición al lenguaje de la unidad./ "Pero" - La palabra "pero" es el miembro más pequeño del lenguaje de la dicotomía y también uno de los más poderosos. Simboliza una fascinación con el pensamiento "esto o lo otro" y es otra forma de limitarnos./ La palabra "pero" parece inofensiva a primera vista. Se usa generalmente como un conector o para contrastar dos partes de una oración. ¿Cómo es posible que sea tan limitant? Echemos un vistazo: "Me gustó tu reporte pero es más largo de lo que quería", "Me gusto salir a cenar pero costó bastante", "Quiero ir de vacaciones a Florida pero no tengo suficiente dinero". / "Pero" está diseñado para separar las ideas. Divide y crea distancia entre dos partes de una oración. Nos lleva a percibir las situaciones como "esto o lo otro". Al usar "pero" es más posible que acturemos como si las dos partes de la oración se excluyeran mutuamente./ Esta palabra denota el fin de las opciones. Cuando digo: "quiero ir de vacaciones a Florida" sueno poderoso, las posibilidades abundan. Cuando le sumo "pero no tengo suficiente dinero," diluyo mi poder personal y veo mi deseo de salir de viaje como improbable./ Nos podemos del pensamiento "esto o lo otro" e incrementar nuestra sensación de poder personal, al cambiar una sola palabra en nuestro lenguaje./ Cambia la palabra "pero" por "y": "Quiero ir de vacaciones a Florida y no tengo suficiente dinero", "Me gustó tu reporte y es más largo de lo que quería". / ¿Escuchas la diferencia? "Y" es una palabra que combina las ideas en lugar de separarlas. Las acerca en lugar de alejarlas. "Y" nos ayuda a ver toda la idea en lugar de concentrarse en componentes limitantes./ Lee las siguientes oraciones en voz alta: A.- "Quiero llamarla pero ya es tarde" B.- "Quiero llamarla y ya es tarde" En ambos casos la palabra "quiero" suena poderosa y con fuerza. En el ejemplo A, la palabra "pero" debilita el quiero al conectarlo con un factor limitante. "Pero" implica restricción. Parece no haber alternativas. En el ejemplo B, la palabra "y" combina el deseo con el inconveniente y no necesariamente implica restricción. El quiero sigue sonando fuerte, la elección es más visible./ Si yo digo: "quiero publicar este libro pero no tengo editor" es más probable que me sienta derrotado. Hay menos posibilidades de que vea las opciones que tengo y es menos probable que haga algo al respecto./ Si yo digo: "quiero publicar este libro y no tengo editor" es más probable que empiece a buscar lo que puedo hacer al respecto. Es más probable que perciba las posibilidades y que tome cartas en el asunto./ Nosotros contra ellos: Negro / blanco, hombre / mujer, demócrata / republicano, católico / protestante, americano / ruso, todos son ejemplos de palabras que ponen a la gente en diferentes categorías. Divorciado, soltero, joven, comunista, judío, hispano, empresario, asalariado, son otras cuantas que llenan nuestro lenguaje y que, a su vez, influyen en nuestro comportamiento./ Cuando usamos palabras como blanco o negro o joven y viejo, dividimos a la gente en grupos mutuamente excluyentes. El uso de este lenguaje de dicotomía, trae como resultado pensamientos y percepciones limitantes. La rigidez de cualquier tipo en nuestra vida, cierra la puerta a las opciones y reduce las posibilades./ Las palabras que categorizan a las personas nos dividen. Crean una separación en nuestra mente. La separación mental implica separación emocional y la separación emocional lleva a la separación física. Una vez que existe la separación física, las posibilidades de que la rigidez de las percepciones disminuya, se reduce drásticamente./ Ponerle etiquetas a las personas nos separa de ellas al hacernos creer que somos diferentes. Cuando nuestras palabras expresan diferencias, nuestra mente percibe diferencias./ Cuando nuestra mente separa en categorías a las personas tendemos a hacer generalizaciones. "Los negros son sucios", "Los viejos están seniles", "Los indios son ignorantes", "Las mujeres son muy emocionales", "Los adolescentes son malos conductores", "Los rusos son agresivos" Las generalizaciones se convierten en creencias e influyen sobre nuestro comportamiento. Cuando creemos que las personas mayores están seniles, actuamos de forma diferente que cuando creemos que no lo están. Cuando creemos que las mujeres son muy emocionales actuamos de acuerdo a esa creencia./ Al llenar nuestra mente de palabras que separan, creamos una forma de ser menos flexibles y con menos opciones. Juzgamos a otros más rápido y dividimos los asuntos en correcto o incorrecto y las situaciones en buenas y malas. Las personas son divididas en amigos y enemigos./ Cuando pensamos y hablamos en términos de dicotomía, pocas veces vemos ambos lados de la historia y mucho menos todo lo que hay en medio. Nos limitamos drásticamente con nuestra forma de pensar. Disminuimos nuestra percepción y nuestra capacidad de responder./ Cuando nuestras creencias se centran en lo recto / incorrecto, bueno / malo, amigos / enemigos, nos disgustamos fácilmente con los demás. Tener la razón se vuelve más importante que encontrar una solución. Jusgar se vuelve más valioso que aceptar por lo que el conflicto sobrepasa al compromiso./ Sobreviviendo como especie: La mentalidad de "nosotros contra ellos" o "yo contra ti", pudo habernos servido en el tiempo de la evolución de las especies. Si así fue, esa época ya terminó. Nuestra supervivencia en este planeta ahora depende de nuestra habilidad de dejar los hábitos de pensamiento, que producen los comportamientos "nosotros contra ellos" y de cultivar una conciencia de "nosotros / nuestro". / La mentalidad "nosotros vs. ellos" produjo la bomba atómica. Y continúa produciendo comportamientos para crear y almacenar armas en una cantidad que ha adquirido proporciones críticas. Bien podría ser la responsable de un holocausto accidental o provocado./ El lenguaje de la dicotomía nos está llevando por el camino de la auto-destrucción. Al usar palabras que hablan de nuestra separación como naciones, desarrollamos creencias sobre nuestras diferencias. Esas creencias traen como resultado, malos entendidos, sospechas, competencia y conflicto. La última acción: el apretar el botón, puede llegar en cualquier momento./ Nadie puede ganar una guerra nuclear. Cuando se trata de acabar con la vida en este planeta como la conocemos, tener la razón no funciona. Sólo nos queda hundirnos o nadar juntos. Sin embargo, seguimos usando palabras que producen el pensamiento "nosotros vs. ellos" y que crean más distancia en nuestras mentes y corazones./ Esta crisis de nuestros tiempos requiere de nuevas palabras, nuevas formas de pensar y nuevas formas de ver la vida. Es tiempo del lenguaje de la unidad, de palabras que revelen una humanidad unida, de pensamientos que hablen de estar conectados y que crezca con nuestras similitudes./ La separación es una forma de pensar. También lo es la unidad. Ambos empiezan con nuestras palabras. Es tu programación lo que crea tu realidad y te hace pensar que otros son diferentes a ti. Otra programación puede crear una realidad en donde los otros son similares./ De hecho, somos más parecidos que diferentes. Nuestras similitudes tienen más peso que cualquier diferencia cultural o social./ El que una persona se convierta en "ellos" o "nosotros" en tu mente, depende de cómo uses tu lenguaje para programar tu mente. Considera el ejemplo de una maestra que conozco quien tenía problemas para llevarse bien con el director de su escuela. Mientras la escuchaba describir la relación que tenía con él, me di cuenta del por qué tenía problemas. Muchas de las palabras que usaba lo hacían ver a él como su oponente. Sus palabras lo describían como administrativo, jefe superior. Su lenguaje le ayudaba a crear separación en su mente. Percibía y actuaba como si su relación fuera "yo contra ti". / Le sugerí que cambiara su lenguaje y en lugar de concentrarse en lo que los unía. Nosotros, nuestro, trabajo de equipo, son algunas palabras que podían ayudarle a percibir unidad e intereses mutuos./ Cuando esta maestra empezó a usar nuevas palabras, empezó a desarrollar una forma de pensar de "nosotros, nuestro". Empezó a ver al director como un ser humano, en lugar de verlo como jefe. Una vez que cambió su programación, no tardó mucho para que sus comportamientos coincidieran con su nueva forma de hablar y pensar. Gradualmente su relación con el director mejoró./ Nosotros, nuestro: El lenguaje de la unidad elimina las palabras que dividen a la gente en categorías por estilo de vida, estatus social, empleos, color de piel o nacionalidad. Habla de subgrupos como parte de un todo más grande y se concentra en incluir más que en excluir. Está formada por palabras que fomentan imágenes de unidad, cooperación y conexión./ "Nosotros", "Nuestro" son palabras que te ayudan a ver y pensar en términos más holísticos. Ayudan a poner a lagente en cooperación, armonía y comprensión. "La gerencia en contra del sindicato" puede ser cambiada por: "la gerencia y el sindicato", con las palabras "nuestra compañía". "El jefe en contra de los trabajadores", puede alterarse en: "el jefe y los trabajadores usando la frase: "nuestro equipo de trabajo". Los Estados Unidos y Rusia puede ser visto como "nuestro mundo". / Al eliminar el de tu lenguaje las palabras que categorizan, puedes librarte de la separación y la rigidez de pensamiento. Podrás ver a la gente como individuos y no como miembros de un grupo. Puedes eliminar las formas de ver, pensar y actuar estereotipadas y ser más libre para reaccionar ante otros como seres humanos únicos./ Algunos de nosotros: Una frase útil para crear una imagen mental de unidad es: "Algunos de nostros": "Algunos de nosotros tiramos basura", "A algunos de nosotros nos gustan los gatos", "algunos de nosotros usamos lenguaje que no es auto-responsable", "Algunos de nosotros robamos", "Algunos de nosotros somos blancos", "Algunos de nosotros somos indios", "Algunos de nostros le vamos al América" / Cuando veo a alguien tirar basura desde su auto en la carretera, me siento tentado a usar lenguaje que me separa de esa persona. Tiendo a juzgar, categorizar o usar insultos. Cuando me descubro usando el lenguaje de la dicotomía y que me separa de la otra persona, uso la frase "algunos de nosotros"./ "Algunos de nosotros tiramos basura", me digo a mí mismo. Esa frase me recuerda que ambos somos humanos y me ayuda a enfocarme en la unión. Ese es un ejemplo del lenguaje que es inclusivo y que previene que programe mi mente con la idea de: "nosotros en contra de ellos"./ El decir: "algunos de nosotros" es como dibujar un círculo alrededor de ti y la otra persona, enfocándote en lo que tienen en común. "A algunos de nosotros nos gustan los gatos" [YO Amante de los gatos] / El lenguaje de la dicotomía separa. Es como dibujar una línea entre tú y la otra persona./ "A él le gustan los gatos y a mí no" [Yo / Amante de los gatos] En este caso tus palabras crean una barrera mental que promueve la separación y la división. Ten por seguro que tu comportamiento tarde o temprano, corresponderá a las palabras que usas./ Otros enemigos: La gente y las naciones no son el único blanco de la separación en categorías de amigos o enemigos. Una de mis colegas habla de la lluvia como si fuera su enemiga. Sus palabras la describen como peligrosa, molesta y como algo con lo que hay que pelearse. No me sorprende, considerando su programación, que cada invierno tenga varios problemas con la lluvia./ ¿Por qué hablar de la lluvia como una enemiga? ¿Por qué no verla con agradecimiento? Usa una programación que te haga ver la lluvia como tu amiga. Cra una conciencia de "yo y la lluvia" en lugar de un pensamiento de "yo contra la lluvia". Usa un lenguaje que te haga disfrutar de la temporada de lluvias./ ¿Qué has creado como enemigo en tu vida? ¿Las computadoras, la universidad, las matemáticas, cortar el pasto, los adolescentes, el perro del vecino? Puedes averiguarlo si pones atención a tu lenguaje. Observa la programación de tu mente que crea enemigos. Después, pregúntate si en realidad quieres atraer ese tipo de realidad en tu vida./ Eliminar el lenguaje de la dicotomía de tu vida creará flexibilidad interna. La flexibilidad interna se proyectará al exterior y te liberará de pensamientos y reacciones estereotipadas. El resultado será, que tendrás más posibilidades para responder a la gente y a los eventos de tu vida. En esencia, tendrás más habilidad de responder, experimentarás más elecciones, incrementarás las posibilidades, tendrás más libertad y un sentimiento de mayor poder personal./ Resumen: Tu lenguaje puede encarcelarte o liberarte, excluir o incluir, alentarte o desalentarte. Te puede ayudar a ver múltiples opciones o puede limitar tus alternativas, sumar o restar posibilidades en tu vida./ No puedo, difícil, nunca, siempre, también, así soy yo y el lenguaje de la dicotomía, son ejemplos de palabras y frases que te impiden experimentar una vida llena de posibilidades. Escúchate. ¿Qué es lo que te dices? Tus palabras te están convenciedo de algo. ¿Te gusta lo que te dicen? Si no es así, puedes usar palabras que revelen las alternativas que tienes. Puedes aprender el lenguaje de la posibilidad. Es tu decisión./ Segunda Parte - El lenguaje de la aceptación: "Fue mi mejor carrera de diez kilómetros de este año. Sin embargo, llegué veinte segundos después de William" "Ella es una mala jefa. Qué mala administradora" "Ese fue un terrible error ¿Cómo pude ser tan tonto?" Estas palabras no reflejan el lenguaje de la aceptación. Todas ellas culpan, critican y comparan. Su uso refleja sentimientos de inferioridad, la necesidad de tener la razón y una percepción limitada. Son una señal de que la persona que habla ha caído en la trampa de juzgar./ La Trampa del juicio: La trampa de juzgar surge por nuestra costumbre de evaluar. Comparamos, calificamos, juzgamos y le damos cierto valor a películas, naranjas, carne, música, autos, gente, muebles, animales y equipos de béisbol./ Calificamos huevos y niños. Le ponemos un número a los caballos y a las mujeres. Calificamos los programas de televisión, a los jugadores de tenis y a nuestros amantes. Identificamos a los hombres mejor vestidos del mundo, determinamos a los veinte mejores equipos de fútbol y elegimos a una miss universo./ Hablamos de bueno y malo, hermoso y feo, flaco y gordo. Ponemos atención en lo precioso, terrible, estúpido, maravilloso, justo, bueno, mejor, el mejor de todos, el peor de todos, el útltimo, lo más bajo y lo que está bien./ Evaluamos nuestros trabajos, nuestros compañeros, nuestras familias, nuestros amigos y a nosotros mismos. Nada, así parece, se escapa a la forma de pensar crítica, juiciosa y evaluativa de nuestra cultura. Después de unos segundos de haber nacido fuimos calificados como hermosos, lindos, fuertes, excelentes, saludables, feos, débiles, pobres o enfermos. Durante varios años de nuestra niñez, se nos dijo lo bueno que éramos cuando hablabamos, caminábamos y hacíamos popó en los lugares adecuados./ Cuando fuimos a la escuela el desfile de la evaluación creció y se intensificó. Calificaron nuestro lenguaje, fuimos clasificados de acuerdo a nuestro nivel de lectura y le asignaron un número a nuestro desempeño en matemátics, ciencias y español. Nos dieron estrellitas, caritas sonrientes y marcas rojas en nuestras tareas. Evaluaron en porcentajes nuestro coeficiente intelectual y nuestro grado de madurez. Nuestros padres se reunieron con nuestros maestros para escuchar cómo íbamos en comparación con otros./ En la escuela preparatoria los juicios continuaron. Listas de honor, pruebas de admisión, exámenes de evaluación y lugares en la clase nos decían en donde estábamos. Nos probamos y logramos ingresar o fuimos expulsados del equipo. Fuimos juzgados como los que están dentro o fuera del "grupo"./ Así es, para cuando llegamos a la edad adulta, ya estábamos bien entrenados en el proceso de la evaluación. Para muchos de nosotros, juzgar, comparar y evaluar era ya parte de nuestra forma de vivir. Sin darnos cuenta y sin nuestro consentimiento caímos en la trampa del juicio./ Juzgar es un lugar común en nuestra cultura. Desde nuestro nacimiento hemos sido entrenados para participar en el proceso. Nos han enseñado a usarlo, a esperarlo y a verlo como útil y necesario./ Como el juzgar ha sido una parte integral de nuestra vida, es fácil no darse cuenta de sus limitaciones. Es fácil aceptarlo como una parte inocente de nuestra vida sin reconocer su valor o sus efectos, y es muy fácil permanecer atrapado en él./ Juzgar es una trampa. Limita nuestra visión y disminuye nuestra perspectiva. Trabaja en nuestra contra al mantenernos prisioneros de nuestros propios juicios considera lo que sucede cuando alguien juzga algo tan común como el clima./ El clima: Tal vez hayas oído o usado frases como las que continúan: "Qué día tan feo" "Ya viene el buen clima" "Qué terrible clima para nuestras vacaciones" Cuando le pones una etiqueta al día como "feo" has hecho un juicio acerca del clima. Tu juicio no sólo no acierta, sino que promueve tu ilusión acerca del día y te obliga a crear una realidad para ti, que concuerde con tu elección de palabras./ En realidad, el día llega a ti sin una evaluación pegada a él. Incluso si el pronóstico del tiempo habla de él como bueno o malo, hermoso o terrible, el día es simplemente un día. Sólo llega a ti tal y cómo es, libre de juicios o evaluaciones./ Cuando llueve y usas palabras para evaluar el día como malo, desagradable o terrible, lo disminuyes en tu mente. Esto ocurre porque tus palabras programan tu bio-computadora, para estar constantemente en alerta y para enviarte señales que comprueben que tu juicio es correcto. Tu mente responde y envía una incesante corriente de pensamientos y percepciones de acuerdo a tu juicio./ Una vez que has juzgado al día como malo, tu mente se enfoca en las limitaciones. Piensas en todas las cosas que crees que no puedes hacer. Te enfocas en las oportunidades perdidas. Te imaginas inconvenientes e interpretas la lluvia como un obstáculo que te detiene o que te impide lograr tus metas. Activas emociones de tristeza, frustración, enojo, desilusión y disgusto./ Cuando no juzgas la lluvia y hablas de ella simplemente como lluvia, en lugar de evaluarla, las posibilidades para ti aumentan. El lenguaje descriptivo al contrario del lenguaje evaluativo, no programa tu mente a probar que el clima es malo, ni crea una forma de pensar que busca confirmar que el clima es malo. Por lo tanto, tu mente queda libre para recibir una selección más amplia de percepciones del día./ Ahora tiene más posibilidades de pensar en hacer una caminata bajo la lluvia, realizar una actividad dentro de tu casa o disfrutar de los olores y los sonidos de la lluvia. Tu mente, no limitda por la evaluación, tiene ahora más posibilidades de generar alternativas y tienes más oportunidad de crear emociones de alegría, paz, felicidad y bienestar./ Juzgando a la gente: Juzgar también limita nuestra forma de ver a los demás. "A él no le imorta nada", "Ella es desorganizada", "Ese niño no es honesto" Cuando juzgas a otra persona como descuidada o usas un lenguaje que refleja tu punto de vista, reflejas la creencia de que esa persona es descuidada. Una vez más, inicias una serie de procesos mentales diseñados para probarte a ti mismo que tienes razón. Tus juicios sirven como una alarma interna, lista para activarse cada vez que percibes descuido. Por esa programación estás más atento a los descuidos de la otra persona y además, los actos que muestran que esa persona no es descuidada, pasan desapercibidos o no son interpretados como cuidadosos./ Con el tiempo, debido a tus prejuicios limitas a esta persona en tu mente. La percibes y la interpretas siempre como descuidada. No notas frecuentemente su compasión, organización, amor, miedos, dudas ni muchas otras de sus características, cualidades o habilidades que son parte de su propia humanidad. Juzgar te impide ver con claridad. Si juzgas a una persona como vieja, no tienes muchas posibilidades de ver los actos que reflejan su juventud. Si juzgas a alguien como feo, es posible que no notes la belleza en esa persona. Si juzgas a alguien como dotado, te preocupas más por sus dones y olvidas las características que lo hacen común a los demás./ Juzgar categoria: Juzgar pone a la gente en categorías. Las categorías dejan poco espacio para las excepciones. Si juzgas a tu jefa como desorganizada, tienes la tendencia a verla como desorganizada. No notarás que su escritorio o su agenda están perfectamente organizados. Como usas palabras que la arrinconan en la categoría de desorganizada, tu mente crea una imagen de ella de "esa maner" que no permite excepciones./ Juzgar lo hace permanente: Los juicios también lo hacen permanente. Tienden a ser profecías auto cumplidoras. Si juzgas a un niño como deshonesto y usas un lenguaje que le comunica esta creencia, incrementas las posibilidades de que sea deshonesto. Si creas una imagen en tu mente de alguien como una persona torpe, hay una tendencia a que esa persona se vuelva torpe en la realidad. Entonces tendrán que convertirse en extra honestos o extra coordinados antes de que los dejes salir de tu trampa del juicio./ Los juicios por lo regular no son correctos: Los juicios no sólo son una trampa, por lo regular, no son correctos porque no tenemos suficiente información para hacer juicios adecuados. Si te digo qu un hombre sentado en el autobús no le dio su asiento a una mujer embarazada que llevaba varios paquetes, pedes juzgarlo como desconsiderado. Si luego te explico que llevaba lentes obscuros y un bastón, puede que hagas un juicio diferente. Si luego te enteras de que sólo fingía estar ciego, podrías tener ahora otro juicio sobre él./ Cuando juzgas a otra persona, lo juzgas en base a evidencia insuficiente. No sabes lo que es estar en sus zapatos. No hay forma de que veas la vida a través de sus ojos. No has vivido sus experiencias. Tenemos límites en lo que podemos introducir en nuestra mente-computadora. No podemos ver, oír ni experimentar todo lo que pasa. Sólo vemos una perqueña parte y echamos un pequeño vistazo a lo que una persona es en realidad. Y, aún así, emitimos juicios sobre esa persona como si fuéramos capaces de saber todo sobre su vida. Comemos un platillo y juzgamo al chef como un buen cocinero. Vemos a un novato golpear tres home runs en su primer partido y lo juzgamos como todo un triunfador. Tenemos una experienca positiva con una aerolínea y la calificamos como superior. Los juicios siempre están basados en evidencia insuficiente, sin importar el tiempo que llevemos de conocer a la persona o la situación. Yo he conocido a mis padres por más de cuarenta años y, aún así, no sé exactamente lo que es ser como ellos. ¿Cómo es estar retirado y enfrentar los últimos años de tu vida? No lo sé. ¿Cómo fue ser joven y enamorarte a la mitad de la segunda guerra mundial? No lo sé. ¿Cómo es ver a uno de tus hijos morir de un infarto? Una vez más, no lo sé. No conozco las esperanzas, los miedos, preocupaciones y metas de mis padres. Ellos sí. Sé mucho acerca de ellos y no lo sé todo./ Juzgar es acerca de ti mismo: Podemos hacer un examen más minucioso de otro aspecto de juzgar, y es que los juicios hablan más del juez que de la persona que está siendo juzgada. Considera lo que sucede cuando pido a los participantes de mis talleres que me den retroalimentación./´Cómo siempre quiero mejorar los entrenamientos que imparto, reparto entre los asistentes una hoja de evaluación para obtener información. Por l oregular obtengo más información sobre la gente que llena la hoja, que del entrenamiento./ "Las sesiones fueron demasiado largas" respnde una de las personas. Otra dirá: "quisiera que hubiese más tiempo para trabajar." Un participante dirá que hacía demasiado calor en la habitación y otro dirá que hacía frío. Algunos prefieren las transparencias y no les gusta trabajar en grupos. Otros más dicen que las transparencias son aburridas y que trabajar en grupo fue fabuloso. En cada caso, la gente está hablando más de ellos mismos que de mi taller./ He recibido una gran variedad de reacciones acerca de mi mismo, por la gente que ha participado en mis entrenamientos universitarios. por lo general le caigo bien a la gente, sin embargo, a otros no. He sido juzgado como gracioso, inteligente, aburrido, flexible, rígido, excelente, promedio, obstinado y motivante. ¿Cómo es que hay tantos juicios diferentes y los juicios son para una sola persona? / Hay tantas diferencias en cada persona al interpretar los eventos de su vida de acuerdo a una serie de filtros que están compuestos por la suma de todas nuestras programaciones anteriores. La mente de cada persona contiene diferentes creencias, pensamientos, palabras, valores y experiencias. Y, como filtramos todo lo que vemos a través de nuestra mente, todos tenemos una interpretación única./ Como cada participante de mis talleres me ve a través de diferentes filtros, cada uno hace una interpretación diferente. Algunos me ven como útil, otros como un obstáculo. Algunos notan mis ganas de compartir. Otros disfrutan de mi humor y otros se preguntan de qué se ríen los demás. Como todos ellos me ven diferente, lo que ellos ven, me dice más de ellos mismos que de mi persona. Si alguien me juzga como aburrido, eso habla de su programación, sus creencias y sus valores. Indica también que esa persona está eligiendo aburrirse conmigo. Su interpretación de mí, revela mucho sobre ella y poco sobre mí./ De la misma manera, si alguien me juzga como divertido, eso me habla de su programación, sus creenicas y sus valores. Esa interpretación me indica que él ha elegido entretenerse conmigo. Una vez más, es acerca de él no de mí./ También si yo juzgo a otros, el juicio es acerca de mi mismo. Si yo juzgo a uno de los participantes como flojo, revelo más de cómo estoy eligiendo interpretar a esa persona que de él mismo. Hablo de mis pensamientos, mis creencias y mi programación. Los juicios no son nunca acerca de la persona o cosa que es juzgada. Los juicios son siempre acerca de la persona que está juzgando./ "Dilo tal y como es" . Esta frase es para justificar su forma de pensar llena de juicios y para convencer a su audiencia que criticar es una actitud válida y digna de respeto./ De hecho, no hay forma de decirlo tal y como es. Sólo hay forma de decir cómo lo veo yoo la forma en la que tú lo ves. El de la frase lo dice de la forma en la que él lo ve. Comparte sus juicios, su interpretación y su punto de vista. Sin embargo, sus juicios no son "tal y como es". Sus juicios no son más que juicios. Y como cualquir otra persona que juzga, sus comentarios hablan más de el de la frase que de la persona o cosa que está siendo juzgada./ Las recompensas: No sólo hacemos juicios proque hemos sido entrenados para hacerlo. Lo hacemos porque obtenemos algo a cambio. Hay algo que recibimos al hacerlo. Hay recompensas./ Tener la razón: Una recompensa que obtenemos al juzgar es la de tener la razón. Es un premio que recibimos al juzgar y reforzar nuestro pensamiento evaluativo./ Cuando juzgamos a alguien como flojo y ponemos atención en sus acciones perezosas, probamos que nosotros estamos bien. Cuando le ponemos a una experiencia la etiqueta de excelente y conseguimos que otros estén de acuerdo con nosotros, tenemos la razón. Cuando culpamos a nuestro jefe por su estupidez y falla el proyecto, una vez más tenemos la razón./ Juzgar nos ayuda a tener la razón. Y, cuando confirmamos tenerla, nos sentimos bien acerca de nosotros mismos. Tener la razón es una forma de probarnos nuestra valía y mientras es una satisfacción pasajera, pagamos un alto precio por su existencia./ Tener la razón no sirve: En primer lugar, tener la razón no sirve. Recuerdo una caricatura qeu vi hace tiempo, donde se ve a un paciente en una cama de hospital vendado de pies a cabeza, con ambos brazos y piernas levantados. El doctor está parado junto a la cama leyendo el expediente mientras el paciente le dice; "pero ... ¡yo tenía el derecho de paso!" Acaso ¿Tener la razón previno el accidente? No. ¿Tener la razón eliminó el dolor y el sufrimiento? No. ¿Sirvió de algo en este caso tener la razón? ¡Absolutamente no! Puedes juzgar a tu pareja como floja y al concentrarte en todas las cosas que hace que confirmen ese juicio, puedes probarte que tienes la razón. Así que, ¿Qué tiene de valioso tener la razón? ¿Acaso tener la razón le ayuda a tu pareja a generar más´energía y entusiasmo? ¿Tener la razón crea más armonía en tu relación? ¿Acaso tener la razón te hace ser más amoroso con tu pareja? / Tal vez no te guste el lugar que escogió tu esposa para sus vacaciones y lo juzgues de aburrido. Puede que tengas razón. Puedes probarte a ti mismo cada día que ese lugar para vacacionar es aburrido para t¿i. ¿Y? ¿Tener la razón te ayudará a disfrutar de tus vacaciones? ¿Te ayuda a sentirte relajado o alegre? ¿Te deja algo bueno que no sea la satisfacción de tener la razón? Por supuesto que no./ Soledad: Otro iinconveniente de tener la razón es que nos aleja de los demás. Cuando nos enfocamos en que nosotros estamos en lo correcto y los demás están equivocados, nos concentramos más en las diferencias en lugar de observar lo que tenemos en común. Tener la razón promueve una actitud de "yo contra ellos". Esa actitud crea una separación mental que nos aleja de otras personas./ Tener la razón es un sabotaje a la cooperación y los sentimientos de unidad. Es difícil tener la razón y cooperar al mismo tiempo. La cooperación y la unión surgen de sentimientos de "yo y ellos". El pensamiento "yo vs. ellos" interfiere para llegar a acuerdos y obtener ayuda./ Cuando estamos orientados a creencias y actitudes de "yo vs. ellos," estamos constantemente en conflicto. Juzgar, comparar y comprobar, crea ansiedad e intranquilidad. Al tratar siempre de probar nuestros juicios a nosotros mismos, terminamos exhaustos. Toda la energía física y emocional que utilizamos en juzgar, puede ser mejor utilizada en solucionar nuestros problemas, construir una relación o buscar cooperación y sentimientos de unidad./ Perspectiva: Hay una tercera razón por la que tener la razón no funciona. Cuando nos esforzamos por estar en lo correcto y en que otros estén equivocados, perdemos perspectiva. Tendemos a enfocarnos en los incidentes que apoyan nuestros juicios e ignoramos aquellos que no lo hacen. En nuestra prisa por juzgar y tener la razón, no podemos ver todas las posibilidades. Y lo que podemos ver está distorsionado por nuestro deseo de tener la razón./ Mejor que: "Mejor que" es otra de las recompensas que recibimos al juzgar. El juzgar es el padre de la comparación y de la competencia. Si te juzgo como promedio y me juzgo a mí mismo como excelente, entonces yo soy mejor que tú. Si la juzgo a ella como desordenada y me juzgo a mí mismo como organizado, entonces yo soy mejor que ella./ Ser "mejor que", es una herramienta que utilizan las personas con baja autoestima para darse una ilusión de auto-valía. Si no te sientes bien acerca de ti mismo, puedes hacer menos a otro con críticas y juicios y sentirte superior al compararte. Tal vez, de cualquier modo, no te sientas bien, pero puedes sentir un poco de consuelo al creer que otro está peor que tú./ Esta estrategia no es algo que hagamos consciente o premeditadamente. No nos decimos: "Bien, quiero sentirme bien acerca de mí mismo así que, voy a juzgar a Luis como feo y así me sentiré mejor que él." El efecto, sin embargo, es el mismo que si lo hiciéramos intencionalmente. Nos hace sentir bien temporalmente y nos mantiene cautivos en la trampa del juzgar./ Cuando te des cuenta de que estás usando la idea "mejor que", úsala como una clave. Pregúntate: "qué estoy creando en mi vida que trae como resultado una autoestima tan baja que quiero ser mejor que?" Puedes usar tu tiempo y energía más productivamente al tomar los pasos necesarios para aumentar tu autoestima sin tener que hacer menos a otros./ Estoy siendo juzgado: ¿Alguna vez has estado cerca de una persona que juzga a los demás? ¿Te preguntaste qué es lo que piensa de ti? ¿Te preguntas qué es lo que le dice a otros de ti cuando no estás? / Otro precio que pagas al juzgar a otros es que temes que los demás te estén juzgando a ti. Ya que tú juzgas, tiendes a creer que otros también lo hacen. Si crees que otros te juzgan y te ctitican es muy posible que lo creas porque tú mismo lo haces./ Tus palabras son como un bumerang. Siempre regresan a ti./ Si mandas aceptación, recibes lo mismo. Si envías juicios, serás juzgado. Al reducir los juicios que haces de otros y al dejar de evaluarlos por un tiempo, te dejarás de preocupar por cómo te evalúan los demás./ Insultos: El estar buscando constantemente sentirte "mejor que" es posible que adquieras la costumbre de insultar. Los insultos son frases qeu tienen la intención de poner a la otra persona debajo de tu nivel. Algunos ejemplos: "Bien hecho, estúpida", "Qué torpe eres", "Está más fea que un pato" Los insultos sarcásticos son comunes porque tratan de disfrazar un juicio por medio del humor: "Me parece raro que pueda masticar y caminar al mismo tiempo." , "Llegó tarde a la repartición de cerebros" , "Ella es campeona de natación, nada de pecho y nada de cadera." Los insultos rebajan a la otra persona y por lo tanto te ponen a ti en un lugar supuestamente superior. Los insultos son también muestras de baja autoestima y de un deseo de dominar. Si te escuchas usando insultos, detente y pregúntate: "¿Por qué quiero sentirme superior al tratar de hacer que otro se sienta mal? ¿Qué es lo que digo acerca de mí mismo cuando insulto a otros?" / Sólo estamos bromeando: Ocasionalmente oigo a mis alumnos, antes de entrar a mis talleres, divirtiéndose al hacer broma pesadas entre ellos. Cerca de la mesa de registro o en el descanso para el café escucho comentarios como: "Ya vi que llegaste a tiempo, ¿Te despertó tu mamá?" , "¡Ten cuidado torpe o derramarás el café!" , "Oye, ¿Ni siquiera puedes escribir tu nombre bien?" Esta forma divertida de empezar la mañana parece ser amistosa a primera vista. Al verlo más detenidamente estos "insultos amigables", son una seria situación que es dañina para el que juzga y para el que es juzgado./ Los insultos de cualquier clase son destructivos. No existe tal cosa como los insultos amigables. Lo que parece ser broma, es en realidad una forma oculta de insultar a otros y hacerlos menos. Cada frase contiene un poco de verdad qeu es reconocida por el juez y el juzgado./ El que juzga se daña porque continúa con su forma de juzgar a otros y con pensamientos evaluativos. La persona que es juzgada también es dañada, porque el subconsciente no distingue las bromas. La mente subconsciente sólo registra lo que escucha. No distingue si los insultos fueron en tono de broma o serios. La impresión hace su marca sin importar la intención./ Los insultos son una oportunidad para ti de alejarte de la trampa del juicio y para acercarte al lenguaje de la aceptación. Cuando te oigas usarlos o empiecen a formarse en tu mente, detente. Como una alternativa dale a la persona que pensabas insultar un elogio sincero. Diles que estás contento de estar con ellos o que quieres ya empezar a trabajar con ellos. Dales reconocimiento, háblales sobre algo en lo que te ayudaron a mejorar tu vida. O, simplemente, permanece callado. Resístete a la tentación de criticar o insultar a otros en voz alta o en tu mente./ Conclusión: En este libro has aprendido sobre el lenguaje que juzga, critica y evalúa y te impide lograr la autoaceptación. Has aprendido sobre la naturaleza destructiva de las palabras que comparan, juzgan o culpan. Has sido expuesto al tipo de lenguaje que te puede librar de la trampa del juzgar y que te llevan por el camino del crecimiento personal. Ahora tienes más conciencia del lenguaje de la aceptación./ Después de la aceptación se encuentra la confianza. En el siguiente libro de esta serie aprenderás a cuidarte con palabras que propician la auto-confianza y que te llevan a un nuevo nivel de creencias acerca de ti mismo. Consíguelo y experimenta el lenguaje de la auto-confianza./ Una última palabra: Tú puedes elegir tu destino./ Las técnicas e ideas presentadas en este libro pueden ayudarte a cambiar tu vida. Hablar de manera diferente te ayudará a deshacerte de viejos hábitos. Nuevas palabras te conducirán a otra forma de ver la vida y a nuevos comportamientos./ ¿Qué tipo de personalidad elegirías si fueras a comenzar de nuevo? Entiend que estás comenzando de nuevo, todos lo hacemos todos los días. / ¿Qué habilidades y características elegirías para ti mismo? Entiende que las estás eligiendo./ Tu mente es el sistema creador de tu realidad. Tus patrones de lenguaje programan tu mente. Así son de importantes tus palabras./ Habla para producir el resultado que deseas. Usa el lenguaje para crear lo que quieres en tu vida. Usa las palabras para aumentar tu poder personal. Recupera el control de tu vida a través de las palabras que usas./

Autoconfianza:
Prefacio: La confianza es algo con lo que no se nace. Es algo que se va desarrollando al paso del tiempo en cualquier persona que desee obtenerla. Este libro te ayudará a desarrollar tu auto-confianza al enseñarte el lenguaje de la confianza./ Las palabras son semillas. Las palabras son herramientas. Al usar estos nuevos patrones de lenguaje, sembrarás las semillas de la confianza en tu mente y podrás desarrollar la confianz en ti mismo utilizando las herramientas del lenguaje./ Este libro te mostrará los patrones de lenguaje necesarios para crear dentro de ti una programación que mejore tus niveles de autoconfianza. Al leer, adaptar y utilizar las ideas qeu se presentan aquí, te sentirás con más confianza y reafirmarás tu autoestima al incrementar tu poder personal./ La confianza no conoce límites ni fronteras. Puedes usarla en tu vida, no importa el lugar en donde estés. Utiliza estas ideas y hazte cargo del nivel de confianza en tí mismo./ Introducción: El poder personal empieza en tu boca. No, no con la cantidad ni con la calidad de lo que comes. Tampoco con la cantidad, ni con la clase de píldoras que eliges tomar. Ni siquiera con la variedad de decisiones que haces acerca de cigarros, alcohol o drogas./ Es cierto que lo que decides introducir a tu sistema a través de tu boca tiene influencia en tu poder personal, sin embargo, lo que realmente cuenta es lo que pasa por tus labios en dirección contraria. Así es, el poder personal empieza con tu lenguaje, con las palabras que usas al hablar con los demás y contigo mismo./ Hay un concepto muy poderoso en este libro; no es difícil de entender ni de implementar. Está en acción en este instante de tu vida y continúa operando ya sea que estés consciente de ello o no. Ese concepto es simplemente éste: Hay una conexión entre las palabras que usas, tus creencias y las acciones que realizas. Puedes cambiar la calidad y la dirección de tu vida seleccionando, de manera consciente, un lenguaje que programe tu mente para que te lleve a donde quieres llegar. Así es, controlando tus palabras podrás controlar tu vida./ Primera Parte: El Lenguaje de la Confianza: ¿Qué es la confianza?, ¿De dónde viene?, ¿Por qué algunas personas tienen tanta y otras pareciera que no tienen nada? /




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